jueves, 4 de junio de 2009

Rosa María Echevarría, periodista: "Todo el mundo lleva dentro problemas serios"

MADRID.- Periodista de las que ya no hay, se ha pasado media vida buscando el alma de sus entrevistados y escribiendo reportajes que llegaban al fondo de la cuestión. Ahora, cuando el periodismo ya no es lo que era, busca la belleza a través de la literatura. Su novela, El palacio de los vientos, indaga el mundo interior de los seres humanos. La entrevista 'La Gaceta'.

¿Ha cambiado mucho la profesión periodística?

El periodismo de hace unos años era muy literario y todo el mundo tenía una sensibilidad especial para escribir bien. El periodista sabía escribir bien. Ahora es otro concepto. Estamos en la era de la información y el lenguaje es distinto. Había algo maravilloso, que ahora no hay tanto, que es la profundidad. En las entrevistas entrabas en el alma del personaje.

¿Falta tiempo o falta interés por profundizar?

Creo que son las prisas, que nos privan de lo importante. Sería bueno que hubiera publicaciones tipo La Gaceta Ilustrada donde se cuidara mucho el reportaje humano y profundo. Nos hace falta un periodismo más reflexivo y humano.

Por eso se ha pasado a la novela.

Mi novela es una especie de viaje iniciático al mundo interior del ser humano. Las primeras críticas que me han hecho son buenas, y estoy satisfecha. El palacio de los vientos es una aventura, entendiendo que la mayor aventura es el ser humano. Los dramas, los heroísmos, las tragedias… todo eso está dentro de uno y sale en medio de la acción. Esta novela es como un crucero por las venas del alma.

Bonita frase, ¿y de la belleza qué me cuenta?

Necesitamos reivindicar el valor de la belleza en todos los campos y en la literatura más. En mi novela el lenguaje tiene un papel protagonista, es mágico, poético, lleno de fuerza, está muy pensado para describir los estados de ánimo a través de sentimientos de gran belleza, aún hablando de temas violentos. La novela es un género abierto y hay que explorar nuevos lenguajes para comunicarte con los lectores. En toda creación es importante innovar.

Sus personajes cometen errores, pero lo reconocen, algo poco frecuente.

Los personajes, al final de su vida, se dan cuenta de los errores que han cometido y eso es importantísimo. Aquí hay un punto de encuentro porque asumen su error. En el fondo, saber perdonar es importantísimo y cuando uno reconoce sus equivocaciones y da un paso adelante y es capaz de tender la mano, se solucionan todos los problemas.

Eso cuesta Dios y ayuda.

La gente hace lo que puede, nadie es perfecto, esto es una llamada a saber comprender que todo el mundo lleva dentro problemas serios. Lo maravilloso del hombre es que siempre tiene la esperanza detrás y puede volver a intentarlo. Creo que la comunicación es absolutamente vital.

Mucho progreso y poca comunicación.

Hay que hablar con el marido, la pareja, los hijos, los amigos, los jefes... Uno necesita una comunicación abierta y sincera, porque si no vienen los desiertos interiores y eso es terrible. No hay una perfecta comunicación pero hay que buscar puntos de entendimiento.

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