MADRID.- El primer grupo español de comunicación Prisa, atraviesa un período "extremadamente difícil" y quiere reducir los salarios de sus empleados, declaró este jueves su director general.Juan Luis Cebrián indicó a los accionistas que Prisa, con una gran deuda y afectado por una crisis que ha hecho bajar considerablemente sus ingresos publicitarios, atraviesa "una situación difícil, (...) extremadamente difícil, pero no es ni desesperada ni caótica".
El consejo de administración decidió ser remunerado por el ejercicio 2008. En diciembre, Prisa anunció la congelación de los salarios superiores a 80.000 euros brutos anuales. Ahora propondrá a los trabajadores que no están sometidos a convenciones colectivas y que ganan más de 100.000 euros brutos al año una bajada de los salarios del 8%.
Pero sobre todo, "pretendemos negociar con los representantes sindicales reducciones similares para los trabajadores sujetos a convenio, a cambio de una disminución en la jornada laboral", declaró Cebrián.
Cebrián dio otra mala noticia a los accionistas: el grupo prevé no repartir dividendos hasta al menos 2010.
"Hemos acordado con nuestros bancos acreedores que la política de reparto de dividendos sólo se volverá a producir cuando se estabilice el balance consolidado del grupo en un nivel de deuda no superior a tres veces y media el Ebitda (resultado bruto de explotación, ndlr) generado", explicó.
"Esto no se producirá desde luego antes del ejercicio 2010 y, con mayor probabilidad, del de 2011", precisó.
La deuda de Prisa es de unos 5.000 millones de euros y el grupo lucha por gestionarla.
Prisa edita el diario El País y además de la cadena Cuatro tiene la plataforma de pago Digital Plus, que incluye Canal Plus y que quiere vender, los diarios Cinco Días y AS, numerosas radios en España (Cadena SER) y en América Latina, además de la editorial Santillana.
Su beneficio neto en 2008 cayó más de un 50% debido al coste creciente de su deuda y la reducción de sus ingresos publicitarios.
El representante de los sindicatos en la Junta, Juan Gil, se ha levantado para protestar en contra de este anuncio que califica de unilateral:
"Merma las condiciones laborales de los trabajadores y que se suma a otras decisiones que han afectado a la plantilla como los cierres de Crisol y Localia, así como la externalización y las segregaciones".
Juan Gil ha criticado el intento de externalizar el área tecnológica del Grupo y la segregación, que ya es un hecho, en el diario El País, que ha visto como las áreas de administración y marketing se escindían de la empresa. Cebrián ha respondido que si no se cambia el modelo productivo, las empresas se verán amenazadas.
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